Reciclando, reciclando se me van pasando los días, os enseño parte de lo que he hecho, a algunas cositas ya no me he molestado en sacarle fotografía, eran poco "glamurosas", los descosidos varios de mi hija, leggins, braguitas, camisetas, botones y algún que otro roto. También me he armado de valor y he cosido los bajos de los vaqueros de mi marido que estaban rotos de pisarlos, a el le gustaban así, ahora como ha adelgazado un poco le arrastraban demasiado y he aprovechado para subirle la bastilla un poquito y sacarle el roto.
Tengo que confesarlo, me da una pereza tremenda ponerme con los arreglos, me cuesta mucho visualizar lo que quiero hacer y a veces después de dedicarle muchisimo tiempo me encuentro con que no me gusta el resultado. Así que acumulo y acumulo cosas pendientes para reciclar. Tenía unas camisetas-vestido que había comprado en la oulet de Supercor, pero que ahora ya no utilizaba. Las compré cuando estaba más gordita para poner con los leggins que me había comprado porque ya no me valían los vaqueros... es lo que tienen los corticoides, que hinchas y deshinchas como una pelota. Como ya llevo casi un año en fase de deshinche he ido apartando ropa que no usaba, estaba cansada de ver el armario lleno de ropa cuando realmente sólo ponía un par de todo lo que había allí dentro.
Así que aprovechando la propuesta de octubre de "Once proyectos para el 2013" me decidí. El vestido-camiseta del que os hablaba es este, compre uno en verde, otro en marrón y otro en negro, es que estaban muy baratos. Como me siguen pareciendo muy cómodas he decidido reutilizarla como camiseta, para eso sólo he tenido que cortar al largo, a la camiseta verde no le he hecho nada más, tenía esperándole un fular que había commprado.
Con el marrón me he lucido un poquito más, no quería que fueran exactamente iguales y tenía una puntilla que le había sacado a otra camiseta que se me había estropeado con lejía.
Sólo le he puesto un par de detallitos, la puntilla tiene un poco de pedrería y me parecía que así quedaba bonita y sin estar recargada. Como podéis ver yo soy muy poco de extremos, me gustan los colores poco llamativos y las prendas sin demasiados excesos.
Como diría alguna de mis sobrinas, "aburrida" pero yo es la ropa que se defender y con la que me encuentro guapa.Creo realmente en el dicho de que no hay ropa que mejor te sienta como aquella con la que tu te ves guapa. Así que yo sigo con mi negro, gris, camel, azul marino, verde botella, marrón...
Sin embargo a la hora de vestir a mi hija me inclino por otros colores, de hecho tiene pocas prendas en color negro o gris, me gusta que vista como lo que es, una niña..., a veces alucino con la ropa que los diseñadores hacen para los niños..., en fin sin comentarios. Por ese motivo llevaba bastante tiempo apartada esta bermuda que yo he convertido en pantalón.
Mi amiga Rosa me ha vuelto a pasar ropa de su hija y entre las prendas que venían, estaba este polo que me parecíó perfecto para el pantalón, así que un poco de tijeras y máquina de coser y conjunto nuevo.
Otra de las cosas que tenía apartada era un jersey de cuello alto que mi amiga Salomé (es que tengo unas amigas maravillosas) le había regalado a mi hija. El día que se lo quise estrenar al metérselo por la cabeza se rompió el cuello, he probado varias cosas pero cada vez que intentaba metérselo por la cabeza a mi hija no le cabía, la verdad es que ya lo iba a tirar, hasta que me dio por hacer cuellos de ganchillo.
El primer intento fue fallido, cosí el cuello con un zig-zag al jersey pero al ponérselo por la cabeza no le entraba, lo único que me quedaba por hacer era meter la tijera y hacer una abertura, me daba miedo que al hacerlo el jersey se deshiciera, pero como si no hacía eso no se lo podía poner me decidí.
A la abertura le pasé un zig-zag muy apretado con la máquina y el cuello lo uní al jersey con punto cangrejo. La abertura se ve muy mal pero no fui capaz de sacar mejor la fotografía.
Para hacer el ojal dejé unas cadenetas que uní al cuello, cosí un botón negro y arreglo terminado.