Estos días a pesar de que he estado haciendo bastantes cosas, estoy de vacaciones y el tiempo por aquí no acompaña mucho, no he podido hacer ninguna entrada porque tenían un virus, que pasó del ordenador de mesa al note book y a los lápices, el único que estaba a salvo era el portatil de mi marido, pero sin fotos poco podía hacer. Así que esta entrada va a ser larga, muy larga....
Primero lo prometido. La empanada tricolor que al abrirla se quedó monocolor, el lado de la M es el lado de la empanada de Mencia, que era sólo de pavo y queso mozarela (embutido), el otro lado era de grelos, pavo y queso.
Al abrirla solo se podía apreciar el color de los grelos, el queso se quedaba pegado a la parte de arriba de la masa y el pavo estaba tan picado que no se distinguía en el medio de los grelos, eso sí estaba buena y eso que yo no soy mucho de verduras.
Aprovechando que tenía el día cocinitas, hice masa de croquetas de embutido de pavo, ya sé, muy repetitiva pero es que a Mencía le gusta mucho. Y os comento un truquito, la mayoría ya lo sabreis, pero para las que seais como yo, de las que hacen la croquetas con las cucharas, os enseño una manera practica de hacerla.
En primer lugar poneis en una bandeja harina.
Cogeis dos bolsas, de las que tengais en casa para meter en el congelador, y meteis una dentro de la otra, porque si no con el calor de la masa se pude romper. Una vez hecha la masa de las croquetas la echais dentro de las bolsas que previamente habreis puesto dentro de otro recipiente rígido. Dejais enfriar la masa.
Una vez que la masa esta compacta, cortais una esquina de las dos bolsas, si tuvieras una manga pastelera lo suficientemente grande valdría, ejerceis fuerza y la masa va saliendo.
El grosor de las croquetas lo escogeis vosotras pero os quedaría una cosa tal que así. La dejais enfriar un poquito mas.
Las cortais del tamaño que querais con un cuchillo que ireis mojando en agua caliente para que no se pegue la masa.
Huevo, pan rayado y el resultado es este. Yo a mayores, como Mencía es alergica al huevo, hago otro plato en el que en vez de huevo utilizo la harina yolanda (es la única que vale para los alérgicos al huevo) con leche, meto las croquetas en esta masa semi-liquida y pan rayado.
Y como no podía ser todo cocinar, he acabado el chaqueton de Mencía, el que inicia este proceso nuevo en el que voy a intentar vestir a Mencía con un look más desenfadado. Sabía lo que quería pero no tenía ningún patron en las revistas que se pareciera algo a lo que quería, así que como soy una mujer de recursos me acordé de una de las camisetas que le había comprado a Mencía para este invierno y saque el patrón por ella.
Primero corté el forro para ver como quedaba, se lo probé a Mencía y como me gusto el resultado se lo hice con este corte. El delantero y la trasera iban igual, lo único que cambiaba era el escote.
Iba a ponerle unos botones grandes y con un toque retro, pero la de la mercería me convenció para que le pusiera broches y lazos de terciopelo. Como la tela lleva un hilillo de color mostaza (en la fotografía no se pude apreciar), compré el lazo de ese color.
El chaquetón por detrás.
Estirado encima de la cama para que se pueda apreciar mejor el corte, colgado en la percha pierde mucho.
Y aquí el "total look".