Una visita inesperada

Lo que se hace por un hijo o en mi caso por una hija, el fin de semana pasado tuvimos dos huéspedes inesperados, de esos que yo no quería ni loca, pero mi hija me lo pidió tantas veces que al final cedí y ella trajo a casa a Antía y a Uxía.

Yo lo intento pero cada vez que quiero echarle la mano me acuerdo de los ratones y demás familia y las tripas se me ponen en la boca del estómago. Las hemos tenido toda una semana, de miércoles a miércoles, en casa, por supuesto en su jaula y cada día el sufridor de mi marido se pasaba media hora larga en la habitación con mi hija para que ella pudiera cogerlas y jugar con ellas, yo.... en la planta de abajo.

Yo últimamente estoy poco innovadora, he hecho otra toalla para otro regalito, esta vez  he utilizado los trapitos de Ikea y los baberos que además de ser muy prácticos, lavar muy bien y estar a muy buen precio son ideales para tunear. Le he cambiado el asa agarradora y se la he puesto en la misma tela que la ballena.

Como en la toalla he utilizados estas tres telas, la de flores, la de gatitos y la de cuadros y en el babero se veía muy sosa, sólo la ballena, le he puesto unas estrellitas a mayores.

La toalla con la que hace juego es esta, en la fotografía no se puede apreciar pero es de color verde clarito, y como Jacobo ya no es tan bebe y aprovechando que se que su habitación es con una combinación de colores parecida, decidí hacérsela con esta combinación tan alegre.

El equipo completo.

Y aquí ya preparado para regalar.