Ayer le acabe el último vestido a Mencía para este verano. Tengo alguna telilla más pero visto el tiempo que hizo aquí y lo que le queda por estrenar a Mencía creo que voy a pasar. Además a estas alturas ya me va más la mano para las telas de entretiempo e invierno que para las de verano.
La tela la compre en Ikea, aproveche el dibujo central de la tela para que me cuadrara justo en el medio del vestido y lo remate con un vivo plisado que ya compre hecho y un bies en el escote y en las sisas del mismo color.
Ya había hecho este corte en el escote en el invierno pero de aquella había colocado el vivo por encima sin cortar el vestido. Como este vez era necesario que lo cortara para poder rematar con la cinta al bies, se me planteo un dilema, coser el vestido con las piezas cortadas o cortarlo una vez que hubiese cosido el vestido.
Para ayudarme estuve ojeando la revista espejito que trae un vestido con este mismo corte, pero era un patrón tan complicado que pase. Decidí emplear la lógica que normalmente, a mi, es lo que mejor me funciona. Cosí el vestido como si lo fuera hacer con un escote normal y después metí la tijera. Primero le dí el escote en triángulo y después le corte el lateral del delantero, lo remate con el vivo plisado y el bies y a continuación uní el bies a la otra parte del vestido al que le había pasado un zig-zag para que no se deshiciera.
Como hoy hacía un día estupendo mi hija quiso estrenar el vestido, así que aquí lo veis con bicho dentro y como siempre haciendo el ganso.
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